El café descafeinado tiene un gusto suave y aterciopelado, con un contenido de cafeína inferior a 0,1%. Expresa un perfecto equilibrio entre acidez y gusto amargo con delicadas notas de caramelo, chocolate y pan tostado, con regusto dulce. Para saborearlo mejor aconsejamos un volumen en taza entre 25 y 40 ml.